26.10.16 - Argentina.- Hacía mucho tiempo que teníamos esta sección en carpeta, y no encontrábamos el momento justo para publicarla. Hoy lo hallamos.
Cuando sean las 23:59hs se cumplirán 4 años de un hecho radiofónico único. Tenemos el afiche. Nos faltaba el protagonista. Fuimos a su encuentro para que nos cuente los hechos en primera persona. Esta es su historia.
Como oyente, fui testigo de todos los hechos. Desde su concepción, la producción, la realización y del logro.
Casi todas mis mañanas son iguales: me despierto y voy directo a la cocina a preparar el desayuno para la familia. Antes de poner la pava para unos mates, enciendo la radio en un radiograbador con lector de CD's, donde lo único que sobrevivió al paso del tiempo fue la radio.
Por mi oficio, soy un asiduo oyente. Soy de esos que se quedan en una frecuencia por un lapso de tiempo corto, para luego mudar a otra o sólo cambiar de emisora. Aquel octubre de 2012 tuve la fortuna de estar en la frecuencia y en el programa indicado.
"Monoambiente" era el programa de la mañana (07:00 a 10:00hs) de Blue Fm 100.7. Un magazine con información, muy buena música, entrevistas, participación del público a través de las redes sociales y todo lo necesario para un programa de la primera mañana en FM. Lo que lo hacía diferente al resto de las emisiones, era su conductor: Santiago "Mono" Schefer. Locutor con una amplia trayectoria en los medios, que le imprimía al envío todo su carisma y personalidad; características que lo hacían único. Hasta que un día, una entrevista lo cambió todo.
El Origen
-"Fue un poco de casualidad. Estábamos al aire y no recuerdo porqué motivo estábamos averiguando sobre batir records. Y el tema, por supuesto, nos llevó a la Radio. Y dimos con que un español tenía el record de permanencia en el aire (60 horas). Inmediatamente lo sacamos al aire, y le preguntamos todo"-, cuenta Santi Schefer mientras tomamos un café en la zona norte de la Ciudad de Buenos Aires, a casi dos meses de cumplirse un nuevo aniversario de la gesta histórica.
-"Sabés que no me acuerdo cómo se llama"-, me dice luego de una pausa.
Fernando Carruesco
-"Fernando Carruesco. Correcto. Terminó la nota, nos fuimos a la tanda y de inmediato nos miramos todos sin decir palabra. Luego de un rato, se dispararon las preguntas: ¿Qué onda? ¿Lo podemos hacer? ¿Es una locura? El tema quedó flotando en el aire"-.
-"A los pocos días les presentamos la propuesta a las autoridades de la radio y les encantó. Y ahí arrancó la idea", relata con un tono muy relajado, pausado, como queriendo recuperar esos momentos.
Como se sucedieron los hechos fue increíble, porque en el programa, aunque no había nada librado al azar, al aire era muy espontáneo.
-"Bueno, había mucha más improvisación de la que parecía (risas). Si bien en Blue, en ese momento, había parámetros que respetar en cuanto a las salidas al aire y demás, si yo siempre improviso cosas"-.
¿Vos esperabas el sí por parte de la Radio?
-"Es que uno está todo el tiempo pensando ideas y cosas, viste que la cabeza no para. Estar pensando secciones o nombres de programas, o programas. Uno tiene ideas esperando que se hagan realidad; muchas quedan afuera y esta picó. La verdad es que nos sorprendimos. Y después me empecé a asustar. Voy a tener que estar yo ahí. Pero contaba con un equipo muy bueno.
¿Cómo te preparaste?
-"Primero nos empezamos a preocupar por la salud de quien te habla (risas). Más allá de poder hacer un evento interesante, de sacar la radio a la calle (que es lo que más me gusta), del record, no quería caerme muerto a las 20 horas"-.
-"Entonces empezamos a hablar con médicos, neurólogos y clínicos. La pregunta fue ¿Qué pasa si me quedo despierto tres días seguidos? "No pasa nada. Si te la aguantás no pasa nada. ¿Tenés algún problema en el corazón? ¿Alguna arritmia? No nada"-'
¿Dudaste en hacer la prueba en alguna etapa?
-"No, no. Nunca lo dudé. Nunca dudamos en hacerlo. Con la que más comunicación tenía, inclusive desde el lugar de la amistad, de mirarnos y decirnos -¿che loco, estás seguro? Mirá que nos podemos bajar, eh-, era con Mariana Sturniolo, mi productora. Y cada vez que me preguntó seriamente yo nunca arrugué. Y de hecho durante los tres días nunca dudé en llegar. Es más, cuando llegamos a las 65 horas yo estaba para seguir más. Me acuerdo que a Marcelo Bakalian, que era el productor general de Blue, le dije "Estoy para seguir". Pero no podíamos. Teníamos un permiso del gobierno de la ciudad hasta ese viernes a las 12 de la noche. Pero de verdad, cuando terminó dije "estoy para seguir". Estaba pasado de rosca (risas). Y entusiasmado, contento. Miraba lo que estaba pasando afuera y no podía entender lo que habíamos logrado".-
Y llegamos al primer día.
-"Fue un miércoles a las 07:00 hs de la mañana. Arrancamos como cualquier otro programa, como cualquier otro "Monoambiente", y después la consigna era que se iban a ir sumando todos los conductores de la programación oficial de Blue. Se fue sumando Corina (Gonzalez Tejedor), Jorge Casal y después había todo un cronograma del cual yo no estaba enterado. Hay momentos en los que yo no entiendo más nada, quiero que lo sepan (risas). Sabía que tenía que estar al aire. Sabía que tenía que hablar a cada minuto"-.
La consigna era que vos no dejases de hablar
-"Yo no podía dejar de hablar por 60 segundos. Antes de cada 60 segundos yo tenía que emitir alguna palabra. La tanda estaba medida, la música también. No podías pegar tres temas y descansar... (risas). Lo cual también fue muy gracioso con los invitados, porque más allá de que la nota se daba ida y vuelta, hay momentos en los que el entrevistado te habla más de un minuto, entonces yo tenía que interrumpir. Inclusive los músicos que vinieron a tocar. Cada tanto tenía que subirme arriba del tema. Los músicos no entendían nada (risas)".-
Durante esos tres días lograste una empatía con nosotros, los oyentes, que muy pocos conductores logran. Hacíamos fuerza desde casa para que rompas el record.
-"Es que lo que te sucedió a vos, le pasó a muchísima gente. Nosotros recibíamos mensajes de todo el país. Se enteraron por el Twitter, Facebook, lo veían por Streaming. Mucha gente del país que no escuchaba radio, se terminó enganchando y mirando. También está esa gente que con el morbo de esperar ver caer al titán al segundo día, muerto, desmayado, seguía la transmisión (risas). Pero mucha gente después me decía nos sentíamos como parte del asunto, y sentían que yo necesitaba el apoyo.., y que de verdad lo necesitaba. Te digo, desde todos los que apoyaron, desde todos lados, mensajes, redes sociales, los que se acercaron al móvil, una hora, un minuto... hoy ya es un amigo, pero hubo un loco que estuvo presente casi el mismo tiempo que yo!!! Mucha familia, amigos... sin eso hubiese sido muy difícil".-
Vos, en ese lugar (frente al Obelisco porteño) y ese tiempo, fuiste testigo clave del movimiento de la ciudad. ¿Algo te llamó la atención?
-"Si!!! Lo que pasa es que la Avenida Corrientes es un mundo aparte. Esa parte de la ciudad, durante el día se transforma en gente de laburo, mucho microcentro, oficinas. Y al caer la tarde se van sucediendo cosas muy extrañas en la Avenida Corrientes (risas). Se torna un mundo muy bohemio, muy loco, muy raro, entre linyeras, laburadores y los tacheros de la noche que tienen su mambo, pasaba a ser tierra de nadie. De hecho tuvimos un episodio al lado de la radio, donde en un momento se empezaron a boxear unos personajes rarísimos (risas). Pasó de todo: había gente que venía y se instalaba. Todo el tiempo había gente. Algunos pasaban hasta tres veces por día. Otro con carteles que decían "Vengo diez minutos. vuelvo en un rato". La gente que se copó y estaba cerca, iba y venía todo el tiempo".-
¿Qué fue lo más dificil de la prueba?
-"Lo más difícil que yo me acuerdo fueron los amaneceres y los atardeceres. Esos horarios fueron los más duros. Como en la ruta. Viste cuando venís manejando y el amanecer, hay como una luz extraña. Ahí me pasó exactamente lo mismo. Era como un momento... (pausa). Después salía el sol y cambiaba la energía. Tenía tres personas arriba mío permanentemente. Para que salga al aire, ¿cómo te sentís?, controles médicos, el azúcar en sangre y el alimento... Me cagué de hambre!!! Tres días comiendo verdurita!!! (risas). Era parte de la estrategia".-
¿Lo volverías a hacer?
-"Mirá, esa pregunta es un poco rara, pero... no sé si lo volvería a hacer. La verdad es que no sé. No creo. Fue muy duro. Fue muy duro. El quilombo más grande lo tuve en la garganta y en la lengua. La lengua se me destrozó, porque roza los molares y eso durante tres días seguidos se transformó en llagas. En un momento me acercaron un medicamento que me solucionó la vida, que se llama Ernex. No me lo olvido más (risas). Me dormía y cicatrizaba la zona. Ese me salvó la vida. Mirá, terminé mucho más roto emocionalmente que físicamente".-
Toda la experiencia duró desde del miércoles a las 07 hasta el viernes a las 24hs
-"Exacto. Después dormí ocho horas, como una persona normal. Me acuerdo que me levanté con un dolor de cabeza que nunca en mi vida tuve. Y después, el sábado estuve muy emocionalmente sensible".-
Fue fuerte.
-"Fue fuerte todo. El apoyo, de la gente, lo que logramos, la radio, es indescriptible. Pasar tres días juntos, con un objetivo, con un equipo armado y con la gente apoyando... Cuando terminé fui al hotel y por debajo de la puerta tenía no se cuánta cantidad de mensajes de la gente que sabía que yo estaba parando en el (hotel) República".-
-"Muchos mensajes que tenían que ver con la lucha. Con la lucha de decir Me pongo un objetivo y lo logro, como sea. Y gente con enfermedades terminales, eso me emocionó hasta las lágrimas. O personas con algún familiar enfermo diciéndome loco, vos me diste la fuerza para seguir. Eso emocionalmente te liquida. Me sentía un jugador olímpico. Esto es inspiratorio... Qué loco lo que logramos".-
-"Ese sábado no podía parar de llorar. No entendía bien lo que habíamos logrado.
Lo bueno es que se fue para ese lado. Para el lado del que "todo se puede". No importa si tenés las dos piernas o una. Se puede".-
Y una vez que superaste el record, ¿se volvieron a contactar con Fernando Carruesco?
-"Fernando se portó muy bien durante toda la transmisión. Lo llamamos un par de veces y en especial cuando superamos las 60 horas. Se portó muy bien. De hecho, en su biografía de Twitter había puesto "RecordMan". Y en un momento, no me acuerdo bien, le dije bueno, ya es momento de sacarlo, no? El respondió que sí. Y al momento lo había cambiado".-
Me dijiste que éste hecho te afectó emocionalmente. ¿En qué te cambió?
-"Me pega por ahí. En decir que no importa la dificultad. Que está bueno ponerse un objetivo y lograrlo. No dejarse caer ni frenar ni dudar. Tiene que ver con lo que a uno le gusta y quiere. Si vos amás lo que hacés y te proponés algo, se puede. No hay excusa. Loco, yo me pasé tres días sin dormir por batir el record. ¿Viste que se puede? Ese es el mensaje más grande y con el que yo me quedo".-
Aquí les dejamos la pelícual que refleja la hazaña de haber batido el record de 65 horas en el aire, transmitiendo su programa. "65 horas en el Vacío"